lunes, 3 de marzo de 2008

Libertad individual y conservadurismo.

Bueno, la verdad es que quería basar el tema de mi siguiente escrito, en la Udi, lo típico en todo caso, algunos comportamientos de sus partidarios, algunas anécdotas de politiquería barata farandulezca, el deducible análisis de la oposición como una máquina destructiva o el cliché del por que llevan la palabra “demócrata” en el nombre tomando en cuenta que ni en el nombramiento de cúpulas ni para la sociedad lo demuestran.

Si, es extraño, pero después de este párrafo, no hablaré de dicho partido directamente, pero si de una contracción “semántica” (aunque ellos lo tengan en su base), respecto a lo que es la “libertad individual”, y el conservadurismo moral. Al llegar a ese punto (cuando pensaba que podría escribir), me pareció que sería necesario ocupar todo el tema para hacer un cuasi desarrollo de este (mi visión personal claro está).

Empiezo:

La libertad individual en este escenario, hace referencia (en términos simples), a una sociedad en la cual se permite desarrollar el potencial personal, de manera libre y sin ataduras.

¿Permite nuestra sociedad país el pleno desarrollo individual?, lamentablemente no, está a la vista que no todos tienen las herramientas para desarrollarse. Bueno, no desglosaré más eso, por que no es el propósito de estos párrafos.

Al grano.

¿Hasta que punto la libertad individual es válida?, un análisis superfluo, nos denota de que si bien se permite la libertad económica (en función del desarrollo personal), el desarrollo moral es bastante limitado, y se a etiquetado con la frase “libertinaje”.

¿Somos realmente libres?, ¿Por qué las cúpulas deben limitar nuestro accionar moral?.

La contradicción es que el neo liberalismo nos garantiza desarrollarnos económicamente a tal punto que llega a ser malo para el entorno (en un análisis costo-oportunidad), y ese residuo “malo”, es perfectamente identificable y cuantificable (una vista a la mala distribución y la calidad de vida de la mayoría del país lo demuestran), por otro lado, el límite moral es impuesto, e incluso no obedece a la mayoría democrática; más aún, leyendo una entrevista de Don Hermógenez Pérez de Arce (un exponente de gran pluma, y único “pinochetista” con el cual no quisiera debatir), afirmaba que dichas limitaciones no deben ser sacadas, incluso aunque el “pueblo” en su mayoría las quiera.

Al parecer, la libertad conservadora solo garantiza el bien estar de las cúpulas, justificada con los valores morales predeterminados de la iglesia. Si me pusiera a hablar de la iglesia, sería otro tema, pero hace mucho que ya no es un exponente moral de predominante peso (gracias a “dios”).

En todo caso, no es raro, la “batalla” entre iglesia y estado se entabló desde el principio de nuestra mal lograda república, desde el principio la iglesia a apoyado el “desarrollo individual” de las personal, no así la igualdad de oportunidades (no entiendo bien por que no se pueden compatibilizar); en una de esas, por eso los comunistas son ateos, quien sabe…

Pensé que saldría mas escrito, pero no fue así.

Gracias por leer.

Saludos.

1 comentario:

FJ dijo...

Compadre, estamos en un lugar donde la libertad (que es un concepto super bonito y discutible filosoficamente) está asociada al mercado.

Al leerte me acordé de una frase que me quoteó un profe al comentar sobre un amigo de él que vino de Cuba (solo para tener un marco de contraste):

"Aca tu puedes comprar papel higienico con olor, de esos suavecitos, con olor a florcitas de campo, a bosque, doble capa, triple capa, una capa, y ahi también de esos que parecen lija... en Cuba hay un solo tipo de papel higienico, pero alcanza pa todos".

Nuestra libertad está puesta en la capacidad de acceder (si tienes las lucas) a cualquier papel higienico, a lo material.