Hace bastante que debía este escrito.
Antes de comenzar la idea principal, debo aclarar algo. Más allá de lo que propone el título, el texto, no fundamentará la existencia o no de dios (al menos no directamente), puesto que, si bien me consta que no existe, no puedo demostrarlo (algo lógico, no puedo demostrar lo que no existe), así como también, un creyente no podría demostrar lo contrario.
Posiblemente el texto no tendrá una estructura argumentativa clara, pero es apropósito, prefiero que la idea del texto surja sola, y no denotarla en el título.
Veamos.
Si analizamos el pasar de la historia, podemos ver como diversas culturas han creado sus propios dioses, así tenemos dioses nórdicos, dioses egipcios, dioses griegos, etc. – me llamo mucho la atención algo cuando leía sobre dichas culturas en wikipedia; en la definición de Mitología Nórdica, salía que agrupaba la religión, creencias y leyenda de los pueblos escandinavos, ¿Por qué religión?, ¿Por qué el cristianismo no se considera dentro de la mitología occidental por ejemplo?, una falta de etnocentrismo enorme -. Bueno, el punto es que las diferentes culturas, incluyendo mucho antes de la “venida de Cristo”, ya se tenía la noción de dios, fundamentada por la carencia de ciertos conocimientos (incluido que era el sol, por que llovía, etc).
¿Por qué la mayoría de las culturas tenían un dios o dioses?, si quisiera argumentar en función de la no existencia, seguiría lo escrito anteriormente, sin embargo, no es la idea. El por que se creyó (y aún se cree en dioses), se cataliza mas por que la fe (más allá de la existencia de dios o no), es un pilar de vida real. Es un hecho de que la creencia ayuda a la gente a complementar su vida, a encontrar su camino, y a veces (lamentablemente) limitar su moralidad (lamentable cuando quieres imponer sus paradigmas a los demás, solo por eso).
Hace unas semanas, en una sobremesa en
Lo que encuentro sumamente paradójico, es que estoy seguro de que en algún momento de mi vida, necesitaré dicho pilar (tal vez cuando este en mis últimos días, o ocurra algo que afecte mi vida), y estaré seguro de que lo que siento, no es otra cosa que dios. Por mientras, seguiré meditando sobre eso, por que aunque dicho sentimiento “me demuestre” la existencia de dios, la verdad es que tengo unos serios problemas con el dios cristiano, y literalmente creo que es un concha de su madre, aunque eso lo dejaré para otro escrito.
Conclusión: La fe es una fuerza real, a veces lamento no hacer las cosas más fáciles, y simplemente adquirir ese pilar, debido a los argumentos anteriores, me es imposible hacerlo de corazón, y si dios existe, y es omnipotente, sabría si instrumentalizo eso, o lo siento, pero seguro que si dios existe, entenderá por que pienso lo que pienso, por lo que no me preocupa (a menos que el dios efectivamente sea el cristiano, y me queme por los siglos de los siglos, ramén).